En un mundo cada vez más digital, donde la conectividad está a la orden del día, las empresas deben buscar formas para recopilar, analizar y procesar datos de la forma más rápida y efectiva posible. Mantener la competitividad y relevancia en un mercado tan atomizado no es tarea fácil; por ello, el Edge computing se presenta como la tecnología clave para ayudar a las organizaciones en esta misión.

El procesamiento y almacenaje de los datos cerca de su punto de origen permite reducir la latencia y ofrecer una mayor seguridad y privacidad a los usuarios. Por ello, cada vez más empresas invertirán en Edge en los próximos años, a medida que el mundo avanza hacia un futuro dominado por la IA, el 5G y otras tecnologías que requieren una gran potencia e inmediatez en la respuesta. De hecho, según previsiones de IDC, el gasto en Edge computing alcanzará los 232.000 millones de dólares este año, un 15,4% más que en 2023.

Este crecimiento, apunta la consultora, será mantenido en el tiempo, al menos en los próximos años: IDC calcula que el gasto en empresas y proveedores de servicios de hardware, software, servicios profesionales y servicios aprovisionados para soluciones Edge llegará a los 350.000 millones de dólares en 2027.

El Edge será un gran catalizador de la IA

Si bien es cierto que el Edge computing viene cogiendo fuerza desde hace algunos años, es ahora, en pleno boom de nuevas tecnologías que requieren de gran potencia e inmediatez, cuando está cobrando más protagonismo. De hecho, la IA ha marcado un antes y un después no solo en el mercado global, sino, sobre todo, en la industria cloud.

"El Edge computing desempeñará un papel fundamental en la implementación de aplicaciones de inteligencia artificial", asegura Dave McCarthy, vicepresidente de investigación de servicios Cloud y Edge. Según el parecer del directivo, las empresas deberán adoptar cada vez más el enfoque Edge para llegar a los niveles de escalabilidad y rendimiento deseados para ofrecer un buen servicio a los usuarios.

Así, el informe de IDC apunta que las empresas que inviertan en Edge computing lo harán, en su mayor parte, en hardware (servidores, almacenamiento y redes); no obstante, los servicios aprovisionados, como el SaaS, el PaaS o el IaaS, ganarán más fuerza en un par de años.

Podemos hablar, pues, de una necesidad casi imperiosa de adoptar el Edge computing para aquellas empresas que quieran elevar su transformación digital y desplegar tecnologías como la IA en sus infraestructuras.

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